Al hilo de la información de que Hacienda ha suspendido la puesta en marcha del IVA en régimen de franquicia, hemos echado cuentas y nos hemos dado cuenta del cada vez mas insoportable coste de ser autónomo en España, entre un 40% y un 70% de su rendimiento es para Hacienda y la Seguridad Social. Además, esto nos lleva a preguntarnos ¿qué va a pasar con los módulos en 2025?
Sabemos que el Grupo de trabajo formado entre organizaciones de autónomos y Hacienda lleva sin reunirse meses. Es el grupo que debía dar forma, entre otras cosas, a la puesta en marcha del IVA en régimen de franquicia y del régimen sustitutivo de los módulos. Así que nos preguntamos, ¿qué va a pasar con los módulos en 2025?
Si el IVA en régimen de franquicia ha quedado en suspenso, ¿la desaparición de los módulos también? Al desaparecer el IVA en módulos, desaparecía el IRPF en módulos. Quedaba por definir a qué sistema pasaban a tributar los autónomos, si a Estimación Directa Simplificada u otro nuevo, y si se establecía un periodo transitorio, con un porcentaje de deducción fijo por actividad, para hacer más digerible el tránsito de los módulos a la Estimación Directa en el IRPF, ya que el coste fiscal es mayor.
A esta pregunta, Hacienda debería dar respuesta lo antes posible, no más allá del verano, de forma que los autónomos que aún permanecen en módulos puedan echar sus cuentas y tomar las decisiones empresariales que consideren más adecuadas, pero eso sí, con toda la información sobre el coste fiscal que van a tener a partir de enero de 2025.
Si no hay IVA en régimen de franquicia, ¿continuarán los módulos?
El IVA en régimen de franquicia es el sistema que una Directiva europea ha establecido para todos aquellos autónomos europeos que facturen hasta 85.000 euros. Como os explicamos aquí, estos autónomos no tendrían que repercutir IVA en sus facturas, ni hacer declaraciones trimestrales de las mismas, etc. Este es el sistema que aplican los países de nuestro entorno, porque ya han traspuesto la Directiva.
Pero, la entrada de este régimen de IVA implicaba la desaparición de los módulos en Renta, para lo que se tenía que definir un nuevo sistema de tributación, asimilado a la Estimación Directa simplificada, o, en todo, caso, un periodo transitorio antes de pasar a la Estimación Directa Simplificada, para no pasar de módulos a Directa sin transición, ya que el coste fiscal se dispara.
Un grupo de trabajo similar a éste, pero con Seguridad Social, es el que dio lugar al nuevo sistema de tributación de los autónomos por ingresos reales, que actualmente está en una primera fase transitoria hacia un régimen definitivo por el cual los autónomos pasarán a pagar el 31,20% de su rendimiento neto a la Seguridad Social. Y esto solo a la Seguridad Social.
El coste de ser autónomo
Los autónomos, con un rendimiento neto medio (es decir, ingresos menos gastos) entre 37.000 y 40.000 euros anuales, que es el intervalo donde se encuadra la mayoría, pagan entre un 40% y un 70% de ese rendimiento a la Seguridad Social y a Hacienda, depende de si pagan la cuota mínima o la máxima dentro de su tramo de cotización de la Seguridad Social.
Solo de coste fiscal los autónomos, de media, soportan el 35% de su rendimiento neto (20% de IRPF trimestral más resto impuestos al consumo, como el impuesto de hidrocarburos, a la propiedad, etc, que también hay que tenerlos en cuenta), al que hay que añadir el coste social (la cuota de la Seguridad Social). De coste fiscal las sociedades, que no pagan IRPF, si no Impuesto de Sociedades, no se acercan ni a la mitad, y las grandes empresas todos sabemos que no llegan ni al 10% de su rendimiento neto.
Para un autónomo que tenga un rendimiento neto mensual de 3.000 euros, el coste social oscila entre 367 euros/mes, si se acoge a la base mínima de su tramo, o 936 euros/mes, si aplica la base máxima (3.000 euros). Es decir, el coste social oscila entre el 12,23%, en el primer caso, y el 31,2% en el segundo.
De esta forma, el coste de ser autónomo, solo en pagos a Hacienda y la Seguridad Social, se come entre el 47,23% del rendimiento neto y el 66,2% de los mismos. Y esto ahora que todavía puede el autónomo elegir base dentro de su tramo de ingresos, cuando sea el 31,2% del rendimiento para todos, estarán todos entre el 60% y el 70% de coste solo por ir a trabajar cada día.
Desde que se aplica la cotización por tramos a la Seguridad Social, el coste social ha pasado a ser entre un quebradero de cabeza para muchos autónomos. O prevén que lo va a ser a medida que los tramos vayan alcanzando el rendimiento neto real y desaparezcan, lo que sucederá en poco más de siete años (dado que este sistema empezó en enero de 2023).
Agravio comparativo fiscal y social
Si tenemos en cuenta el coste de ser autónomo en cualquier país de nuestro entorno comparado con el nuestro, no podemos menos que llevarnos las manos a la cabeza y hacernos una pregunta, ¿cómo soportan los autónomos españoles esta presión?
Esta elevadísima carga supone un agravio comparativo fiscal y social importante con los autónomos europeos, dificulta la competitividad de nuestras pequeñas empresas y de nuestros autónomos y pone muchas trabas a su viabilidad.
Europa no solo quiere homogeneizar impuestos en toda la Unión, quiere que el peso fiscal sea progresivo, es decir, que los que más ingresen paguen más, como sucede en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas anual que declaramos todos. Ahora, todos los autónomos pagan el 20% de su rendimiento neto a Hacienda en sus declaraciones trimestrales, tanto si han tenido un rendimiento de 1.000 euros como si ha sido de 10.000 euros. Es aquí donde se pide que se rebaje el porcentaje para los autónomos que menos ingresan y a los que normalmente en la declaración anual les sale a devolver, dependiendo de su situación personal.
Si comparamos estas cifras con el coste de ser autónomo en los países más desarrollados económicamente de nuestro entorno, nos damos cuenta que el coste fiscal y social que soportan los autónomos españoles es muy elevado. Ni qué decir, si se compara con otros países menos potentes económicamente hablando.
Lo que el autónomo español necesita es que se le abarate el coste de ser autónomo, porque no puede ser la mayor preocupación de un autónomo hacer la declaración trimestral y no tener dinero para pagar a Hacienda o tener que elegir entre pagar a Hacienda, a los trabajadores o a los proveedores.
