Aumenta la preocupación en el seno de las organizaciones empresariales por el escaso número de vehículos que han sustituido el tacógrafo por uno de segunda generación ante la aproximación de la fecha en la que obligatoriamente tienen que tenerlo instalado. Así lo ha manifestado el Consejo General de la UETR, organización europea a la que pertenece, y preside actualmente, FENADISMER.
Los vehículos matriculados antes de junio de 2019 tienen hasta el 31 de diciembre de este año para sustituir su tacógrafo (analógico o digital) por uno inteligente de segunda generación. El resto, con tacógrafo inteligente de primera generación, tienen hasta agosto de 2025 para hacer esta sustitución.
Tan fundamental considera la Unión Europea que los camiones lleven instalado este tacógrafo de segunda generación que, por primera vez, se ha obligado a hacer un «retrofit» a las empresas de transporte, es decir, se aplica a vehículos matriculados antes de su entrada en vigor y tienen que sustituir un aparato tacógrafo analógico o digital de primera generación por uno de segunda generación.
Eso siempre que esos vehículos quieran seguir haciendo transporte internacional, porque a partir del 1 de enero de 2025 no lo van a poder hacer si no llevan el tacógrafo de segunda generación instalado. Se estima que en toda la Unión Europea afecta a un millón de camiones y en España a algo más de 130.000.
Son muchos vehículos como para que los talleres oficiales puedan gestionar la sustitución en los últimos días antes de su entrada en vigor, si es que es a lo que están esperando las empresas de transporte europeas.
Porque a la UETR le cuesta mucho entender porqué los transportistas prefieren esperar a agotar el plazo, exponerse a infracciones muy severas (que pueden acarrear incluso la inmovilización del vehículo por no llevar el tacógrafo exigido), pagar de 1.500 euros en adelante por esta sustitución o, incluso, no poder hacer transporte internacional.
Ha estado vigente el «cheque moderniza» hasta el 30 de junio y apenas se han solicitado estas ayudas; ha sobrado un porcentaje elevadísimo de fondos, tan elevado como el de camiones que no han hecho la sustitución, porque, en función siempre de los fondos solicitados, FENADISMER estima que en el caso español apenas un 20% de los camiones de la flota que realiza transporte internacional, han hecho esta sustitución empleando estos fondos europeos.
El Consejo General de la Unión Europea de Transportistas (UETR), de la que forma parte FENADISMER, ha analizado en su última reunión este, para muchos incomprensible, tema y ha acordado transmitir su preocupación a las autoridades europeas por el bajo porcentaje de vehículos que están realizando esta sustitución.
En España, los talleres oficiales vienen cobrando de media unos 1.500 euros por esta sustitución de tacógrafos; otros países están cobrando 2.000 euros y algunos menos (los países del Este de Europa). FENADISMER insiste a todos los transportistas que gestionen y organicen su flota para hacer la sustitución lo antes posible, y ya pagándolo con sus propios medios, antes de tener que tener parados los camiones para transporte internacional por la previsible saturación que vivirán los talleres oficiales las semanas previas a su entrada en vigor (enero de 2025 o agosto de 2025 si el camión lleva instalado un tacógrafo inteligente de primera generación).
